sábado, 1 de junio de 2013

Así comenzó ...así terminó

chao
chau
arrivederci
au revoir
auf wiedersehen
andio sas
sayonara
adios
bye
goodbye
aloha
tschao
csáo
tchau
selemat jalon


MUCHAS GRACIAS IRUNE, por enseñarme cosas que antes no sabía y por darme confianza en mi misma y en mis escritos.
 " No sé si mi mano podrá expresar lo que mi corazón  siente".- Romeo y Julieta,
Pero me viene como anillo al dedo. :)

No digo adios, prefiero decir, hasta la próxima vez

Mientras corría una lágrima por su rostro


Estábamos en clase, año 2013, segundo curso de carrera en la universidad "La Salle". De los últimos días de clase, a pocos días que empezase el verano. Nuestra profesora de Literatura, Irune, nos estaba explicando el úlimo bloque, el quinto. Trataba sobre la creación de una biblioteca de aula.

-Bueno chicas, hoy vamos a empezar el bloque 5. Se llama biblioteca de aula. Os voy a dar una serie de pautas y apartados que teneis que seguir, a la hora de hacerlo:

1. Situación de la biblioteca en el aula.
Estaría bien que pusieseis un plano, para ver bien, la situación en un aula real. No hace falta todos los elementos, con que pongais puertas, ventanas, paredes que no se puedan inutilizar, es decir, lo básico de lo básico. Explicar si tiene o no que ser muy luminosa la sala y explicar el porqué de todas las cosas que hayamos decidido. Además, plantearos que este rincón debe encontrarse en un lugar tranquilo, que este bien iluminado y sobre todo que no sea una zona de paso, tiene sentido todo lo anteriormente dicho, ya que los niños irán a este rincón para relajarsen y disfrutar de los libros.

2. El Diseño.
Explicar la ambientación que vais a tener en el aula, si va a haber dibujos, o un castillo de "poliespan" Lo que podemos encontrar dentro de ese rincón, además de los materiales. La decoración si va a ser permanente o cambiable, pero sobre todas las cosas que sea llamativo para el niño, con colores vivos y atrayentes, para que los niños sean tentados en visitarlo. Si dentro del rincón podemos encontrar cojines, alfombras, libros, materiales. Si vais a utilizar la asamblea para que los niños puedan leer ahí.
Dónde y de que forma van a estar colocados los libros. Recordad que los libros no pueden estar de canto, los niños tienen que ver la portada, ya que dependiendo de la portada, elegirán uno o no.
También debereis de hablar del carnet para sacar libros fuera de la clase, para el finde semana, es decir, el sistema de préstamos. Estaría bien, si comentaseis las normas que debe haber en el rincón de la biblioteca.

3. El Contenido.
Separaremos en % los diferentes tipos de libros que queremos tener en clase. Os voy a poner un ejemplo para que os quede más claro.
-30% de Textos "Paraliterarios"
-50% de Textos Literarios.
-10% de Revistas infantiles, Catálogos de juguetes, Periódicos, etc.
-10% de Libros hechos por la propia maestra, es decir, por vosotras. En este porcentaje, remarcar que los libros pueden ser creados por la maestra o creados por los niños, ya que al ser esto último reforzará y motivará a los niños. Además de que así sentirán que pertenecen o que son parte de la biblioteca.
Si quereis también podeis poner un % en libros en inglés, por si el colegio es bilingüe.
Y quiero que me deis un porque, del % que hayais elegido.
Además en los colegios se puede trabajar o no por proyectos, con lo cual, los libros irán variando o no, eso ya lo decidis vosotras. Pero como tiene sentido, la biblioteca ira aumentando, según vaya desarrollandose el curso, ya que se irán añadiendo libros a la colección del aula.
Dónde vamos a conseguir los libros y cómo lo vamos a conseguir.
La posibilidad de que los padres traigan libros y especificarle a los padres que tipo de lectura queremos, especificarle que NO DISNEY.
Si participaremos o no con la biblioteca municipal o con la biblioteca del centro, para sacar libros o no.
Especificar 10 libros concretos, con nombre, autor y editorial y explicar el porque de la elección de esos libros. Lo que pretendo decir, es que libros serían imprescindibles en vuestra biblioteca.

4. Organización y gestión.
Explicar el sistema de préstamos. Si los niños se van a poder llevar libros el finde a sus casas durante el fin de semana. Explicar el tema de los carnets, de los diplomas, para el niño que más haya leido de todos en clase. Si los niños van a poder utilizar el rincón de lectura como premio.
Explicar si "la hora del cuento", si es todo el grupo, si es solo unos cuantos niños. Cuantas horas, que días de la semana, etc. Si se hace en la Asamblea o no. Asociar la biblioteca con lo "imaginativo-creación" de cuentos.
Hablar de las 3 estrategias (cuentacuentos, narración con libro y lectura)
También decir el número real de cuentos. el número concreto. Por ejemplo si tenemos 15 niños en clase, no puede haber sólo 15 libros, porque sino no hay libros suficientes para los niños, por eso, tendríamos que contar dos libros por niño como mínimo, es decir un total de 30 libros. En mi experiencia en estos temas, yo en mis biblioteca prefiero no repetir los libros, si hay varios niños que quieren el mismo, también se les podrá enseñar, el valor de la espera, de compartir.
Si los niños en sus tiempos libres, pueden o no pueden leer.
Si va a haber un niño encargado de la Biblioteca, darles responsabilidades a los niños, durante cuanto tiempo, que se vayan turnando. Su labor será algo así como ver si está todo colocado, si los niños han traído o no todos los libros. y especificar que el libro que leais en esa semana no se puede llevar a casa, ya que todos los niños lo querrán y sólo hay uno.

5. Dinamización.
En este apartado, hay que hacer referencia a cómo vais a conseguir que los libros que tengais en clase, se manejen como vosotras quereis. Las actividades que hagamos, por ejemplo para la estimulación de la lectura. y cuando las haremos. Para eso se necesita del papel de la maestra en vuestro caso y del papel de los padres. A principio de curso, tendreis que especificar si mandareis o n una nota informativa a los padres, para una tutoria y explicarle como van a leer a los niños, que no les hagan preguntas de comprensión la primera vez que lo leen con los niños. Además será bueno que los padres participen en la biblioteca, tanto trayendo libros, como realizando cualquiera de las 3 estrategias de transmisión de la literatura, que hemos dado a lo largo del curso, ya que cada una presenta unas características, unas ventajas y unos inconvenientes que las otras no tienen.
Espero que estas pautas, os sirvan para vosotras en el futuro, que las podáis utilizar, ya que aunque sean muy básicas, se pueden desarrollar perfectamente y extensamente. 


Volvió a su cuerpo, el flashback o deja vu, no sabía muy bien que había sido, le había dejado agotada. Postrada en la cama del hospital, no sabía que pensar ya, era el final de todo, no veía la luz al final del túnel. Aunque siempre solía ser muy positiva, en ese momento lo veía todo negro. Cerró los ojos y se dejó ir. Lo último que escuchó fue un pitido continuo que procedía de la máquina que estaba enchufado a su corazón.

(24 HORAS ANTES)
(http://www.youtube.com/watch?v=20Xxfl0pAAQ) (hasta el segundo 44 segundos).

Estaba en clase, explicando la creación de la biblioteca de aula. Cuando comentó como hizo su primera aula, para la clase de Literatura, se le había dado muy bien, además lo había hecho con una compañera de clase. Recordó que en aquellos días se planteaba como había sido las biblioteca de sus prácticas. Era un mini espacio de 60 cm, por 60 cm, es decir, un cubículo pequeño, dónde había como mucho 20 libros, alguna que otra revista y poco más. Los libros además se veía que no eran nuevos, ni recién estrenados, sino que ya llevaban varios años allí, como si nadie se hubiese preocupados por ellos. Los niños si querían leer, o se iban a su sitio o en dos sillitas que había en este rincón. A mi modo de ver y pensar un poquito cutrecillo. Creo que al tener esa biblioteca los niños no se sentían muy estimulados a la lectura en el aula. También pensó en cuando ella era niña, no recordaba nada en relación a la lectura, ni a que ella le motivasen para la lectura. Además, pensó que nunca le había gustado leer, hasta que por casualidad leyó un libro, y ya no pudo parar. Había periodos de sequía y otros en los que no podía sacarselos de las manos.
Y pensar que todo esto se iba a acabar, estar allí en frente de todos sus alumnos, pero sobre todo en frente de él, ya no habría oportunidad ninguna. Sabía que había herido su orgullo, en verdad se lo habían herido mutuamente, sabía que los suyo era imposible, pero necesitaba tener una última conversación con él, para dejar las cosas claras y zanjadas.

-Señor Rojo, puede usted quedarse al final de clase, por favor. Tengo algo que comentarle.

Todos los alumnos abandonaron el aula, hasta que sólo quedaron los dos. Él no le miraba a los ojos directamente, estaba dolido, aunque intentaba aparentar que le daba igual todo.

-Quiero que sepas, que ha estado bien. No tenía que haber sucedido nada de esto, pero hay que saber ser consecuente con nuestras acciones. Piénsalo de este modo, una chica de tu edad, pega más contigo.

Él respondió con un crudo silencio. Se remango la chaqueta de cuero, se hechó el pelo hacia atrás y por primera vez la miró a los ojos. Aquellos ojos le decían tantas cosas, que la voz no podía pronunciar. Miró hacia abajo y otra vez en su dirección. Si seguía allí, sabía que acabaría cediendo a sus encantos y no lo iba a permitir más. Se había acabado. Recogió sus cosas, lentamente, demostrando que no le iba a intimidar.

-Adios, Cruz.

Ya había llegado hasta la puerta, cuando notó que este le cogía del antebrazo, la giraba, le agarraba la cara y le besaba apasionadamente. Ella se quedó petrificada ante aquel gesto. Él por el contrario pasó de besarla apasionadamente a dulcemente. Ella se apartó, abrió la puerta y se marchó sin mirar atras.
Él no entendía esta reacción de ella. Después de lo del otro día..... Le apareció la sonrisilla pícara que siempre surgía cuando recordaba momentos memorables.
Cómo aquella mujer, le había acusado de inmadurez por quedarse desnudo en el coche de una persona, que poco conocía. Que ese tipo de cosas, no iban con ella. Que las hiciese con las conquistas que tenía por clase, pero con ella no, además no eran nada y no iban a ser nada. Vístete, le dijo con una furia en la voz, que le transmitió miedo durante unos segundos. Cruz se vistió completamente, sabía que la había enfadado, pero no sabía que hacer para cambiar su estado de ánimo.
se había pasado al asiento de atrás y le había empezado a besar ardientemente, recorriendo con sus manos, su duro abdomen, pasando a través de esos marcados pectorales, hasta llegar a agarrarle el pelo entre ambas manos, sin dejar escapar ningun aliento por su parte. Él jugueteaba con los pliegues de su vestido, intentando buscar la cremallera, que le llevaría al mismisimo cielo. Ella le quitó la chupa de cuero, mientras palpaba los definidos biceps que se escondían bajo su camiseta de marca. Se respiraba en el ambiente la tensión sexual no resuelta, pero que estaba a punto de ser resuelta. Él seguía buscando y buscando. Con aquella mujer, se sentía que no tenía el control en ninguna situación en la que se encontraban juntos, nunca le había pasado y decidió recitar esta frase de "Romeo y Julieta":

"El manto de la noche me escondera de ellos, con tal de que me quieras que me encuentren aqui. Más vale que acabe mi vida por su odio, que prorrogar la muerte sin tener tu amor..."

se sentía inseguro ante aquello, no iba a permitir que ninguna mujer, tuviera aquel control sobre él. Ella ya la había quitado la camiseta y el pantalón desgastado que llevaba aquel día. Debajo del vestido se podía intuir un conjunto de satén, con encaje, que no dejaba mucho a la imaginación o eso es lo que pensaba él que ella llevaría. Decidió rasgarle el vestido por la parte de abajo, no aguantaba más sin estar más cerca de ella. Cuando de repente, en un abrir y cerrar de ojos, abrió la puerta del coche y le echó fuera de él, dejándolo en calzoncillos y en calcetines. Ella pulsó el botón del cerrojo, le miró, pensó que con los calcetines puesto era el antimorbo en persona, pero todavía le resultaba sexy, demasiado sexy, se mordió el labio durante unos segundos, hasta que le guiñó el ojo y se fue del aparcamiento, dejándole en aquellas condiciones. Ahora él se reía o lo intentaba, pero en esos momentos la hubiese hecho de todo. No entendía nada de lo que pasaba allí, no sabía lo que estaba empezando a sentir, sensaciones que no había sentido antes, por ninguna otra persona, él no dejaba que nadie se le acercase, a lo mejor le pasaba lo mismo a ella. Iría por la tarde a su clase, porque sabía que impartía otra asignatura. Se presentaría en frente suya y le diría que o todo o nada, nada de medias tintas. LLegó la tarde, pero ella nunca llegó. Algo iba mal, lo sabía, la buscó en su despacho, fue hasta su piso, pero no la encontró, fue a los sitios que sabía que podría encontrarla, pero no apareció. ¿Y si le había pasado algo? No! Aquella mujer no era de esas que cometían una locura.

Después de lo que había pasado, el karma la estaba jodiendo, esto no podía estar ocurriendo. ¿Porque a ella? ahora que pensaba que podía ser féliz o por lo menos podía pasarlo entretenidamente con un chico veintiañero. Estos resultado cambiaban todo. Sólo podía pensar en dos cosas, su gato y Cruz.
(Espacio en blanco)
No podía respirar bien, las imágenes iban y venían, no podía tener nada bajo control, olía a sangre, pero no venía nada raro, no veía nada rojo.
(Espacio en blanco)
Alguíen le estaba gritando, le decía que siguiese respirando, que lo estaba haciendo bien. Respira, Respira....
(Espacio en blanco)

-Señora, está usted consciente? ¿Me oye? Está usted en el hospital.

No conseguía expulsar las palabras de su boca. Esto era un asco, le dolía todo. Necesitaba seguir respirando. Cuando le sacaron de la ambulancia, giró la cabeza, para que le diese un poco el aire, cuando vió a Cruz besándose con otra chica. Esto no tenía sentido, estaba muy cansada, no sabía si podía seguir luchando contra la pesadez de sus ojos.
Volvió a su cuerpo, el flashback o deja vu, no sabía muy bien que había sido, le había dejado agotada. Postrada en la cama del hospital, no sabía que pensar ya, era el final de todo, no veía la luz al final del túnel. Aunque siempre solía ser muy positiva, en ese momento lo veía todo negro. Cerró los ojos y se dejó ir. Lo último que escuchó fue un pitido continuo que procedía de la máquina que estaba enchufado a su corazón.

Cuando despertó, lo primero que sintió fue una mano que le quitaba el pelo de la frente y se lo colocaba detrás de la oreja.

-Hola nena.

-Ummm Hoo...lllll....aaaa.- dijo con una voz ronca.

-Dios, cuanto te he echado de menos, me has preocuado, creía que te iba a suceder algo. Ya estás junto a mi.

Le beso en la boca, tiernamente, mordiéndole el labio inferior. La miró con cara de ..."enamorado", esa seria la palabra para definir su rostro.
Ella recordó el accidente y todo lo que había sucedido, ella le sonrió con la sonrisa más grande y más alegre que podría mostrar en esos momentos y dadas las circustancias.

-Durante estos días he descubierto que no puedo estar sin tí, eres la mujer de mi vida, eres tozuda, alegre, cariñosa, pasional, sabes vestir, cabezota, inteligente.... y podría seguir así todo el día, por eso....¿QUIERES CASARTE CONMIGO?

Se lo estaba pensando, hasta que recordó quien era él verdadermante. Lo que había sucedido y lo que había hecho él, antes, después y durante lo suyo.

-Lo nuestro ha terminado.- lo dijo mientras corría una lagrima por su rostro.

Método Doman


(http://www.smartboarding.es/index.php/es/noticias/128-el-metodo-doman-para-la-lectura-en-educacion-infantil)

Al leer esta noticia he descubierto un método de lectura que no conocía. El método Doman, basado en la idea de una adecuada estimulación visual, con palabras grandes y en contextos muy familiares es suficiente para que los niños/as muy pequeños discriminen palabras a partir de la edad en que aprenden a hablar y a utilizar conceptos significativos.

Este método se hace desarrollando los "bits de inteligencia", estos bits son los encargados de almacenar la mayor cantidad de información que puede ser procesada en un segundo. Lo que se hace es enseñarle a los nños varias láminas con palabras o números o animales u objetos, en grupos de 10 niños (no se porque 10 niños y no 12 o menos, la verdad). Se enseña entre 3 o 4 veces al día, pero la lámian sólo se enseña durante un segundo. Los niños al ser una fracción de segundo, creemos que no se acuerdan, pero en verdad, acaban reconociendo la lámina enseñada.

En la noticia nos explican los pasos que han seguir para conseguir el resultado esperado.

1. Los carteles de 15 cm blancos y las letras que escribamos en un rojo intenso, para hacerlo más llamativo para los niños. Las letras tendrán que estar separadas, como es comprensible, para que los niños puedan discriminar bien las letras. Las palabras que se utilizaran son las más cercanas a los niños, relacionadas con la familia, como papá, mamá, su propio nombre o cosas que utilicen diariamente. Se hará una serie con cierto acercamineto semántico y se harán secuenciadas, hasta que el niño reconzca las palabras.

2. En este segunda sesión, los carteles serán unos centimentros más pequeños y las letras igual, lo que no cambiará será el color de las letras y en minúsculas. En este caso serán palabras relacionadas con el cuerpo y el procedimiento de la sesión será igual que la anterior.

3.En esta sesión, los carteles serán del mismo tamaño que la primera sesión, sólo que las letras estarán escritas más pequeñas, en rojo y otra vez en minúsculas. El tema estará relacionado con lo doméstico, objetos y profesiones acciones. El procedimiento será una y otra vez el mismo, hasta que los niños reconozcan las palabras.

4. En este caso, será eligiendo el libro que se les va a enseñar, con unas características predeterminas (150 palabras como máximo y de 15 a 20 páginas). Se sacarán varias palabras de este libro y se escribirán en cada tarjeta. En este caso, las cartulinas serán más pequeñas y el color será diferente, negro y el orden de mostrarselas será en el orden que aparecen en el libro, en sesiones similares a las anteriores.

5. Es muy similar a la anterior. Se enseñan las frases hechas con las palabras anteriormente preparadas. Será en cartulinas pequeñas y el texto en negro. Las frases estarán compuestas por dos o tres palabras como mucho, unidas por anillas, formando un libro de hojas.

6. Consiste en la lectura del libro escogido, para extraer palabras en el cuarto paso.

7. En esta última fase, se les mostrará el alfabeto, pero las letras por separado.

Este método exige la repetición de las diferentes actividades durante varias veces al día. Es un método muy estricto, en referencia al cumplimiento de estas rutinas, es decir, que si no se siguen los pasos, no se podrá conseguir el resultado obtenido.


*Este es el vídeo que aparece en la noticia:

http://www.youtube.com/watch?v=o2ck_S0jJbQ


*En este vídeo podemos observar como nos explican en que consiste el Método Doman o también conocido como "Método Filadélfia":

http://www.youtube.com/watch?v=fFc9d6qVh1o

*En este otro vídeo vemos como niños de edades, no de Educación Infantil, sino más pequeño, les enseñan las tarjetas y señalan lo que ponen en las tarjetas. Mi cara ha sido un poema, cuando he visto el vídeo. Me ha parecido alucinante como niños tan pequeños, con este método puedan hacer estas cosas, a mi modo de ver, o son superdotados o muy listos, porque yo a su edad, o sería tonta o algo, porque esas cosas no las hacía:

http://www.youtube.com/watch?v=HpiBhePLx_c

Porque las feas también tenemos derecho a FINALES FELICES ^^

 
Esto que te cuento sucedió en un lugar tan lejano y hace tanto tiempo que ya casi no me acuerdo que existía una familia, un padre con sus seis hijos, tres chicos y tres chicas. Eran una familia acomodada y de buen apellido. Las hijas de la familia eran muy dispares entre ellas, las dos mayores eran muy superficiales y sólo las movía el dinero, en cambio a la pequeña, era todo lo contrario, era pura humildad y alegría, no era conocida por su belleza, ya que parecía que tenía muchos dones, pero ese precisamente no. Tanto era así que era conocida en el pueblo como "Betty, la fea" y todos empezaron a llamarla así. Todos sus hermanos estaban casados o a punto de casarse, todos menos ella, pero ella no quería casarse, todavía no, era demasiado joven para comprometerse y quería quedarse en casa para estar con su padre.
Por un golpe del destino, todas sus riquezas desaparecieron y con ello, la familia se disperso. Los hijos/as se fueron a vivir con sus respectivas parejas y sólo quedaron Betty y su padre, aunque se tuvieron que trasladar a una casa más pequeña, ya que el castillo en el que ellos vivían, era muy caro de mantener y cada centimo contaba. Betty, hacía las tareas de la casa, mientras su padre, un hombre mayor, el cual iba a buscar trabajo cada vez que salía de su casa. Fueron pasando los meses, hasta que el dinero se fue acabando. Betty decidió tomar una decisión, irse a la gran ciudad, para encontrar trabajo allí y mandarle dinero y riquezas a su padre. Esto hizó a su padre muy infeliz, puesto que era la única persona, que compartía su vida con él, pero era su decisión y ya ella era mayor de edad para saber lo que tenía y no tenía que hacer. Se despidieron entre lagrimas y Betty se marchó hacia la gran ciudad. Cómo no tenía dinero, decidió ir andando hasta allí, sólo que había mucha distancia entre ambos lugares, con lo que sabía que tardaría varios días en llegar. Iba atravesando el bosque profundo, ya que sabía que era el camino más corto hasta la ciudad. Una de esas noches, era heladora, hacía varios grados bajo cero y ella no iba con ropa de abrigo, si no se refugiaba, iba a morir de una hipotérmia. Cuando creía que su hora había llegado, descubrió entre los árboles, una casona, grande y muy luminosa. Decidió probar suerte y llamó a la puerta, ya que no tenía otro sitio donde guarecerse de aquella noche.
LLamó a la puerta, no abrían, volvió a llamar y nadie contesto. Otra vez repitió la operación, hasta que oyó una respiración detrás de la puerta.
 
-Puedo oirte, por favor, estoy muerta de frío, necesito un lugar para poder pasar la noche, por favor.
 
Nadie contestó, decidió marcharse por dónde se había ido, hasta que escuchó un ruido, procedía de la casa, sonaba como si hubiesen descorrido un cerrojo. De entre las sombras apareció un joven, con unos grandes ojos marrones, como las avellanas. Sólo con una mirada, supo que aquellos ojos escondían algo, transmitían tranquilidad y parsimónia.

-Hola. Me llamo Betty, voy a la gran ciudad, pero creo que me he perdido en este inmenso bosque y hace mucho frío. Sé que no me conoces de nada y que a lo mejor piensas que no deberías de fiarte de mí, pero no tengo donde pasar la noche.

El chico no respondió, no se movió, parecía como si sus ojos le intentasen decir algo, pero no llegaban a salir de su boca. Le hizo un gesto con la mano, como si le invitase a entrar en su casa.
Betty estaba perpleja, no sabía porque aquel chico no le respondía, pero entró, ya que las manos y los pies no les respondían. ´

-Muchas gracias. No tengo dinero, ni tengo nada, no podré pagarte por el alojamiento.

El chico no respondió, pero le hizo un gesto y una mirada, como que no se preocupase. Él no quería dinero. Le ofreció un sitio junto al fuego. Ambos se sentaron frente a él. Había un terrible silencio, que no sabía como interpretar. Los silencios incomodos no le gustaban, no sabía que hacer.

-Me llamo Betty. ¿Y tú? ¿Cómo te llamas?.

No hubo respuesta, sólo había miradas por su parte.

-¿Quieres que me vaya?

Negó con la cabeza.

-¿Quieres algo?, ¿Neceistas algo?

Se frotó la tripa, como si intentase decirle que tenía hambre.

-¿Tienes hambre? ¿Quieres que haga una rica cena?

Asintió con la cabeza y se le dislumbró una sonrisa en la boca.

-Vale. Muéstrame dónde esta todo, por favor.

El joven le condujo hasta la cocina y le sacó patatas, zanahorias y todo tipo de hortalizas. Puso cara de que era eso lo que tenía.

-Haré un rico estofado. ¿Te gusta?

Asintió con la cabeza.

-Perfecto.

Empezó a prepara la cena, él la observaba desde la otra punta de la habitación.

-Me gusta mucho tu casa. Es muy bonita.

Puso una cara de que la respuesta era un Muchas gracias. Betty siguió con la comida, hasta que terminó de hacerla.

-Ya está, espero que te guste.

Se sentaron en la mesa del salón y comieron, hasta que no hubo nada en el plato. Recogió los platos y los fregó, era lo mínimo que podía hacer. Él le ayudó a secar los platos. Ella le sonrió como muestra de cariño y de gratitud. Él le llevó a una habitación, por señales le indicó que en aquella cama dormiría ella. Le miró como diciendo buenas noches, le cerró la puerta y se marchó.
Que chico más raro, penso. Aquello no tenía sentido, nada de aquello lo tenía, pero por lo menos dormiría bajo techo y calentita. Se acostó en la cama, no sin antes, poner una silla en la puerta, para que el joven no entrase, por si las moscas, ya que nunca se sabía, pero algo dentro de ella le indicaba que no lo haría.
A la mañana siguiente se levantó, se lavó un poco la cara y las axilas, ya que había que empezar bien el día. Movió la silla de su sitio y abrió la puerta. En el suelo, justo en frente de la puerta, había una pequeña bandeja con un recién desayuno preparado, junto a una flor silvestre. Se le llenaron los ojos de lágrimas, miró de un lado a otro, pero no vió a nadie. En su vida, ninguna persona, había tenido algún gesto de este tipo. Se secó las lagrimas con la manga de su vestido y se fue a la cocina a desayunar.
No veía por ningun lado al joven, recorrió la casa entera, pero no lo encontró, lo que si descubrió es que tenía una inmesa biblioteca con todos los autores habidos y por haber. Ese era su paraiso. Se permitió coger un tomo y leer las primeras líneas de aquella novela, decían algo así como...."Todas
las cosas ser criadas a manera de contienda o batalla, dize aquel sabio Heráclito en este modo: "Omnia secundum litem fiunt". Sentencia a mi ver digna de perpetua y recordable memoria.". Cerró el libro y miró el lomo para saber el nombre de aquellas palabras, "La Celestina". Le resultó raro el nombre y a la vez atrayente, lo mismito que el dueño de aquella casa y del libro. Decidió quedarse hasta que el joven volviese, para así despedirse y volver a su andada de visitar la gran ciudad.
Como no tenía nada que hacer, se pusó a leer, el libro que tenía en las manos, no paró de leer, hasta que se lo terminó, madre mia, pensó. Que historia aquella, que bruja era la celestina, reflexionó para sus adentros. El chico todavía no había llegado aún y ya era casi de noche. ¿Y si había sido un sueño todo? ¿Y si aquel joven tan apuesto y de aquella mirada profunda, no existía? No podía ser. Decidió ir en su busca, cuando abrió la puerta, se lo encontró de bruces.

-Hola. Estaba buscando. Espero que no te moleste que este todavía aquí y en tu biblioteca, es preciosa.

No hubó contestación por su parte, sólo una mirada de aprobación de estuviera toodavía allí. La cogió de la mano y la condujo a la mesa del salón. Era la primera vez que le tocaba y sintió un escalofrio, aquel jovenn le transmitía sentimientos encontrados. Había que reconocerlo era muy apuesto, desde que le había mirado con aquella mirada, sentía una especie de atracción hacia él, pero sabía que escondía algo y que no era todo claridad lo que había en él. En el salón había una cena o lo que parecía un intento de cena. Se lo había preparado a ella. Que tierno, pensó para sus adentros.

-¿Es para mi?

Asintió con la cabeza.

-Muchas Gracias. ( y le sonrió con la mejor de sus sonrisas).

Le invitó a que se sentase, moviendo la silla, para que ella se sentase. Guau, era todo un caballero, pensó.

-Gracias.

Con una mirada le transmitió que esperaba que le gustase la cena. Él buscaba su aprobación. Provó el primer bocado. No estaba mal, se notaba que era la primera vez que cocinaba. Ella le sonrió como muestra de agradecimiento y siguieron comiendo. En el silencio de la noche, se respiraba tranquilidad.

-Hoy he estado leyendo "La Celestina". Es un libro muy curioso. ¿Lo has leido?

Él movió la cabeza de abajo hacia arriba.

-No se si me ha gustado o no. Me gusta la manera de escribir del autor, pero la historia en sí, es un tanto curiosa donde las haya.

Él se levantó y se fue corriendo. ¿Había dicho algo que le hubiese molestado? Estaba sorprendia. ¿A donde habría ido? Volvió al cabo de varios minutos con algo en la mano. Era un libro. Se lo entregó.

-¿Quieres que lo lea?

Él asintió. Leyó el título del libro "Don Juan Tenorio". Con aquel nombre, se podía hacer una idea, de lo que podía ir la historia.

-Gracias.

Él por medio de gestos, le intentaba decir, que quería que lo leyese mañana.

-¿Quieres que mañana lo comentemos en la cena?

Él respondió con una amplia sonrisa en su rostro. Recogieron los platos y se sentaron frente al fuego. Ella le leyó algunos capítulos de este nuevo libro. Cuando vió que se le iban cerrando los ojos. Le dijo que estaba cansada. Él le acompañó hasta la puerta de su dormitorio. Cuando él se giró para irse, ella le dijo:

-Por cierto, Muchas gracias por el desayuno de esta mañana, ha sido un buen detalle por tu parte.

Él le sonrió y se marchó por donde habían llegado. Cerró la puerta y se fue a dormir. A la mañana siguiente, se levantó y se lavó como hacia todas las mañanas. Abrió la puerta y volvió a encontrar una bandeja con el desayuno, pero esta vez, tenía una flor diferente. Miró para todos los lados, pero no vió a nadie, sonrió. Fue a la cocina y desayunó allí. Decidió recoger un poco la casa, para dejarla limpita y que fuera más acogedora. Cómo hacia un bonito día, cogió el libro y salió al exterior para leer allí. Con aquella tranquilidad, sentía que estaba en el cielo, se podía oir a los buhos ululando, los grillos cantando y hasta el viento silbando, frotando las ramas de los árboles unas contra otras.
No se había percatado de que el jardín estaba muerto, excepto por una pequeña rosa. Estaba todavía en su forma de capullo, pero le pareció hermosa. Con sus ojos, captó una imagen mental, para el recuerdo. Siguió leyendo, hasta que el sol se pusó y apareció el joven de entre las sombras.

-Hola- dijo con una sonrisa.

Él le respondió con una dulce mirada. Señaló el libro, quería saber que pensaba de este.

-Me ha gustado, la verdad. Pero el protagonista a mi modo de ver, representa a un porcentaje alto del genero masculino. Sólo interesado en una cosa, rompiendo corazones allá por donde fuere.

Él soltó una carcaja. Era la primera vez que escuchaba su voz, aunque sólo fuera con aquello. Fue muy melodiosa, muy armoniosa. Ella le respondió con una tímida sonrisa. Cenaron a la luz de las velas. Todo parecía muy romántico.

-Somos amigos.

Él se quedó un poco sorprendido frente a estas palabras. No sabía como interpretarlas. Su contestación fue una cordial sonrisa, pero fue tan rápida, que ella se percató de que habían sido un error.
Durante las siguientes noches, volvieron a repetir el mismo procedimiento. Cada vez estaban mas a gusto juntos, aunque él no hablase, se había establecido una conversación entre ellos, que era difícil de explicar. Cada vez pasaban más horas juntos, pero sólo por las noches, por el día nunca lo veía, parecía que se escondía o que temía al día mismo. El jardín en unos días pasó de tener un capullo de flor, a llenarse de un campo entero llenó de rosas. Era sorprenderte que en tan poco tiempo, hubiesen florecido, parecía como por arte de magia, pero todo eso era parte del encanto de aquel lugar.
LLegó un día, que ella estaba triste, porque sabía que no le había mandado dinero a su padre y sabía que podría estar en la ruina. Betty se lo explicó todo a él. La cogió de la mano, aquellos roces y caricias, se producían en muy pocas ocasiones, por eso, cada vez que sucedían eran muy especiales y verdaderamente escitantes. La llevó hasta un pozo. Por señas, le indicó que tenía que girarse y reclinarse encima de él, mientras sostenía un espejo. Betty estaba un poco perpleja por lo que le intentaba decir, pero se fiaba de él. Cogió el espejo y lo movió para que se reflejase el agua del pozo. Se quedó maravillada. Podía ver a su padre, pero lo que vió le gustó para nada. Estaba encamado y tenía muy mala cara, como si estuviese en las últimas de su larga existencia. Se sobresaltó y se pusó a llorar. Él la abrazó como nunca antes lo había hecho con nadie. Transmitiendole tranquilidad, serenidad y valor, además de cariño y mucho amor.
Estuvieron varios minutos así, Betty se sorbió la nariz, lo que hizo que el joven se separase y le ofreciera su pañuelo.

-Necesito ver a mi padre. Está enfermo, no se cuanto tiempo le quedará....

Él agachó la cabeza, se pasó la mano por el pelo, como muestra de desesperación. Intentó hablar, pero no le salían las palabras. Se dió cuenta, que él la necesitaba. Con sólo una mirada, le comunicaba muchas cosas a la vez.

-Prometo volver. Te doy mi palabra, pero necesito cuidar de mi padre en estos momentos. En una semana, estaré de regreso.

El levantó la cabeza tímidamente y le miró directamente a los ojos. Aquellos ojos. tan profundos, tanta oscuridad, tanta desesperación, le decían que si no volvía, no sabía si podría sobrevivir. Ella se acercó a él y poco a poco, acercó sus labios hacia la mejilla de este. Simplemente con el mínimo roce, sintieron una especie de chispazo. Betty se tocó los labios, sorprendida de esta reacción y se fue corriendo a su habitación.
A la mañana siguiente se levantó, abrió la puerta y encontró el desayuno juntó con un pequeño objeto y un libro. Era su manera de despedirse. Descorrió bien las cortinas, para ver bien que era. Era un collar, hermoso, tenía incluso brillantes y diamantes. ¿Seria para ella? Había como una especie de instrucciones. Este collar es mágico, cada vez que te lo pongas y pienses en un sitio, te llevará dónde quieras estar. Debajo de muchas líneas había siete palabras escritas a mano.
"ESPERO QUE CON ESTO, VUELVAS A MÍ".
Se le saltaron las lágrimas, aquel joven le había robado el corazón estaba claro, pero no sabía muy bien sus sentimientos hacia él, no sabía como clasificarlos. Dejó de pensar en esas cosas, no era el momento. Se puso el collar y pensó en su padre, en su casa. Cerro los ojos con tanta fuerza, que creyó que iba a desmayarse. Cuando los abrió estaba en casa. Corrió hasta la habitación de su padre y le encontró allí, con los ojos cerrados, estaba durmiendo. Le besó la frente.

-Papa, estoy aquí. He venido para estar contigo.

Su padre abrió los ojos y sonrió de felicidad.

-OH BETTY!! Mi pequeña Betty, por fin estas a mi lado.
-Si, padre. Necesitas descansar. Te prepararé algo de comer.

Salió de la habitación y recorrió la casa, estaba toda abandonada. Parecía que no viviese nadie allí. Cocino algo de caldo, para su padre. Se lo llevó para que se lo tomase y se quedó dormido. Mientras él descansaba, Betty limpiaba y ponía la casa en orden. Ya parecía otra cosa, pero todavía necesitaría varios días más para dejarla como en los tiempos de antaño. Se sentó junto a su padre y durmió varias horas. Se despertó y vió que su padre la observaba.

-Que collar tan bonito, Betty.
-Lo sé, me lo han prestado o algo así. Es un poco complicado. Quiero que me cuentes todo lo que ha sucedido en este tiempo padre.

El padre, le contó lo sucedido, como se había quedado sin dinero, y sin nada, tenía que sobrevivir con lo poco que había, sin hacer ascos a nada. Justo en este momento llamaron a la puerta. Era un cartero con algunos cofres. Betty se sorprendió, de quien serían se pregunto. Los abrieron y contenían dinero, joyas y vestidos. Era un milagro pensó el padre, pero Betty sabía que aquello escondía algo y cuando pensó eso, pensó instintivamente en su apuesto joven. ¿Sería de él? Algo dentro de ella, sabía que sí, pero él no tenía tanto dinero. Dio las gracias al cielo o a quien fuera que s elo hubiese enviado.
Durante varios días se encargó de terminar de poner la casa al día, contrató a varios mozos, para que volviese a arar la tierra, hacer el huerto que tenían antes de toda la desdicha. Su padre se encontraba mejor parecía que había rejuvenecido, estaba más vivo que nunca. Las cosas parecían que les iban bien, estaba féliz, de que su padre estuviera contento. Esa noche, soñó con su joven amigo, estaba tirando en el campo llenó de rosas, parecía como que ambas se estaban muriendo. Se despertó de la angustia, ¿sería verdad? Tenía que volver para saber si estaba bien, además había prometido volver en una semana...Estaba hechando las cuentas, cuando se dió cuenta que llevaba más de 10 junto a su padre. Espero a que el sol de despertará y con él, a todos los demás. Cuando su padre abrió los ojos, vió la preocupación en los ojos de Betty.

-¿Qué te pasa?, ¿Qué ha ocurrido?
-Padre, necesito irme, ha ocurrido algo. Ahora que están bien las cosas aquí en casa, no me retiene nada aquí.
-Hija, te oigo hablar y sólo escucho la voz de una joven enamorada.

Betty se sonrojó, sería verdad aquello. Se despidió de su parte y se dirigió a su habitación. Ya tenía el collar puesto, nunca se lo había quitado. Pensó en su joven amado. Pensó con todas sus fuerzas. Cuando abrió los ojos, estaba dentro de la casa. Miró por todos los sitios, no le encontraba. Era de día, esperaría a la noche, sabía que a esas horas, no podría encontrarle. Espero impaciente. Las segundos pasaban segundo a segundo. Los minutos, minutos a minutos y las horas, minuto a segundo. La espera era horrible. LLegó la noche, pero no llegó con ella su joven. ¿Dónde estaba? De repente se acordó del suelo y salió al exterior, al jardín, las flores seguían allí, sólo que parecía que se estaban marchitando, el joven estaba en el centro de ellas. Corrió hacia él. No podía ser, ¿Iba a morir?, ¿estaba muerto?. Le cogió de la cabeza y se la pusó en sus rodillas. Las lágrimas comenzaron a brotar de sus ojos, no era justo, porque se lo tenían que arrebatar, ahora que sabía por fin lo que sentía hacia él. Abrió los ojos y le sonrió, por fin había llegado Betty, por lo menos le vería por última vez.

-Lo siento. Lo siento, no sabía que esto ocurriría, sino hubiese llegado antes.

Ella, no paraba de llorar, las lágrimas le resbalaban por la cara. Hubo un segundo, que él cerró los ojos y dejó de respirar. Supó que aquel sería el momento.

-Te quiero.- le dijo ella entre susurros.

Se agachó y le besó en los labios. Otra vez hubó ese chispazo entre ellos, esa conexión que sólo sentía hacia él. Hubo una especie de fogonazo entre ellos, salía una especie de llamarada de su cuerpo, literalmente estaba ardiendo. Se frotó los ojos y vió que su joven, apareció de entre las llamas y le sonrió. Oh señor! Aquella maldita sonrisa le volvía loca.

-!Hola Betty!- dijo con una voz sensual.

¿Estaba soñando? le había hablado.

-Hoooo....laaaa....- dijo tartamudeando.

Él le contó toda la historia de cómo una bruja, fea y poco agraciada le había pedido de poder pasar la noche en su casona y este le había rechazado, incluso burlandose de ella. Lo que produjo que la bruja, le echase un hechizo de no poder hablar con nadie, hasta que alguien le demostrase su amor hacia él.

-Gracias a tí Betty.
-No, gracias a tí.- dijo entre lagrimas y sonrisas.

Hincó la rodilla y le pidió que se casase con ella, porque ella era quien había estado esperando toda la vida, que era la mujer más hermosa que había conocido, no lo era todo el exterior y que podían ser felices juntos. Ella asintió con la cabeza y se fundieron en un beso de amor verdadero y colorín colorado, este cuento se ha acabado, si quieres que te lo cuente otra vez cierra los ojos y cuenta hasta tres.